Por Carolina Sotelino (DUE)
Hospital Meixoeiro de Vigo
A lo largo de mi carrera profesional he pasado por diferentes servicios y plantas donde se transcriben órdenes médicas, sobre todo en cuanto a la administración de medicación. Esta práctica, afortunadamente ya en desuso en muchos hospitales, ha fomentado no solamente errores en la administración de medicamentos, sino que además posibilita que otras categorías profesionales eludan su responsabilidad en cuanto a prescripción, sobre todo, y dispensa.
En un estudio del servicio de farmacia del Hospital Universitario Miguel Servet
de Zaragoza, junto con el departamento de Medicina preventiva y Salud pública de la Facultad de medicina de Zaragoza del año 2007, «Errores de medicación asociados al sistema de distribución de medicamentos en dosis unitarias» (1), hace referencia a los errores de la transcripción. Este estudio tiene como objetivo, evaluar la calidad del sistema de distribución de medicamentos en dosis unitarias, mediante la cuantificación de errores de llenado y errores de transcripción. Tiene en cuenta la etapa en la que se produjo, la persona que lo generó, el tipo de incidente, causas que lo generó y también los factores contribuyentes. Menciona que los errores de transcripción más frecuentes son los de omisión, incluyendo dentro de dicha categoría la omisión de dosis o de medicamento, y no suspender medicamentos.
Dentro de las causas de errores se encuentran los lapsus y despistes, falta de conocimiento y formación sobre el medicamento, y la falta de cumplimiento de las normas/procedimientos de trabajo establecidos, como las tres de mayor importancia.
Dentro del apartado de los profesionales implicados, se evidencian tres grupos destacados: El médico, el farmacéutico y el de enfermería. Siendo el más frecuente el farmacéutico seguido de enfermería. En estos dos grupos se dan errores de transcripción seguido del colectivo médico con errores de prescripción.
La discusión de este estudio menciona que los factores humanos son la principal causa de los errores que se producen en el proceso de transcripción, y es necesario introducir en la práctica clínica estrategias como la prescripción electrónica, que ha demostrado su efectividad en la disminución de errores en la transcripción.
Hay otros estudios y publicaciones como la titulada «Administración segura de medicamentos» (2) del Hospital de Jerez, año 2009. En la página 37 menciona que estas prácticas son de riesgo debido a los potenciales errores que se pueden producir en la transcripción. Además de esto también señala que la mejor forma de solventar este problema es la informatización, y que si no se dispone de este sistema hay que buscar fórmulas para aumentar la seguridad en dicho aspecto, como el uso de impresos de orden de tratamiento con hojas autocalcables. En estos impresos una de las hojas se enviaría al servicio de farmacia para la dispensación de los fármacos, y enfermería solamente registraría su administración o no en dicho impreso.
En otros hospitales como el de Zaldibar en Bizkaia, sí se dispone de un módulo de prescripción electrónica. En este hospital se apostó por sustituir el tránsito entre papeles desde las diferentes unidades a farmacia por este módulo. Menciona las diferentes fases de funcionamiento:
1ª Fase: la solicitud del tratamiento farmacológico por parte del médico.
Este puede añadir, modificar o dar de baja una prescripción; seleccionando medicamento, la vía, la cantidad y la frecuencia. Todos los datos actualizados en unidosis, así como observaciones.
2ª Fase: la recepción en farmacia.
El farmacéutico recibe de forma automática las órdenes médicas para su validación. Una vez evaluada se comunica al facultativo médico cualquier cambio o recomendación.
3ª Fase: la recepción por parte de enfermería.
La unidad recibe por impresora la nueva prescripción, por lo que se evita transcribir la orden del médico.
Este módulo permite consultar en todo momento a enfermería las prescripciones realizadas por el médico, así como a reducir errores en todo el proceso de administración de medicamentos.
Se podrían mencionar otros estudios como el llevado a cabo por el servicio de farmacia del Hospital Universitario Príncipe de Asturias en Alcalá de Henares (Madrid), «Impacto de la prescripción electrónica en la reducción de errores de la transcripción a la hoja de administración» (3). Donde se ha comprobado que la prescripción electrónica es una herramienta eficiente que elimina errores asociados a la transcripción de órdenes médicas.
En otro hospital de Bilbao, concretamente en el de Basurto, Basurtuko Hospitaleta: «Estudio multicéntrico por observación prevención de errores de medicación» (4). Han apostado por la eliminación de la transcripción por parte de enfermería (fuente de error demostrada), con lo cual se aumenta la seguridad del paciente y se ahorra tiempo por parte del personal de enfermería. Este estudio hace referencia al congreso de la SEFH (Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria) desarrollado en Valencia, donde se expuso el trabajo «La transcripción de la orden médica como fuente de errores de medicación» (5).
Los errores de medicación están siendo objeto de numerosos estudios y se han tipificado diferentes formas según autor. Pero los más habituales suelen estar en los procesos de prescripción, transcripción y administración. En los procesos de transcripción y administración se ven directamente implicados los profesionales de enfermería. Por eso además de evitar la transcripción de órdenes médicas se van implantando otras estrategias como la administración de medicamentos en dosis unitarias, que consiste en dispensar, previa validación de la orden médica por parte del farmacéutico, las dosis de medicamento necesarias para cada paciente, preparadas para cubrir un periodo de tiempo nunca superior a 24h. En este aspecto bien son conocidos los carros unidosis de medicación, donde en cada uno de los cajetines se dispensa, por parte del servicio de farmacia, la medicación correspondiente a cada uno de los pacientes ingresados en una planta de hospitalización. Evitando la posibilidad de que los medicamentos correspondientes a un paciente se mezclen con los de otro paciente. Pero aun así es una práctica habitual y prudente la revisión de los carros por parte del personal de enfermería, una vez que estos llegan del servicio de farmacia con la medicación dispensada de cada día. Además a la hora de administrar los fármacos, se debe llevar el carro de medicación unidosis hasta la puerta de la habitación de cada paciente, junto con las órdenes médicas farmacológicas, y hacer las cinco comprobaciones (paciente correcto, medicamento correcto, vía de administración correcta, dosis correcta y momento correcto). Enfermería registrará y firmará finalmente la administración del fármaco e incidencias si las hubiese.
Pero ¿cuál es la situación actual en nuestro hospital?
En la revista Calidad Asistencial se puede encontrar un estudio publicado por el servicio de farmacia del Hospital del Meixoeiro (29 de Enero 2009), titulado: «Estrategias de atención farmacéutica para prevenir errores en la medicación» (6). En este estudio se hace referencia a los errores que pueden producirse en las diferentes etapas de la cadena de utilización de los medicamentos. Entre ellos menciona los errores producidos en el proceso de transcripción. En este estudio se valoraron otras etapas y otros errores, pero en cuanto a la transcripción se observó que la omisión fue el error más frecuente seguido de la omisión de la suspensión. Casi un 40% fue motivado por una prescripción confusa o a distracciones, lo que apoya lo establecido por la National Quality Forun y los trabajos revisados por Kaushal en el año 2003, en los que recoge la prescripción electrónica y un ambiente de trabajo sin distracciones como prácticas de seguridad fundamentales para reducir los errores de medicación.
La situación actual en el Hospital del Meixoeiro es que no existe la prescripción electrónica. En su lugar se ha implantado un impreso de órdenes médicas que consta de unas hojas autocopiantes, donde el personal facultativo médico hace la prescripción farmacológica. Una de las copias se envía al servicio de farmacia donde se valida, y se dispensa la medicación. La otra parte de este impreso es una parte desplegable, algo incómoda por cierto, donde enfermería tiene la responsabilidad profesional de firmar la medicación que está administrando en ese momento. Siempre a la observación visual directa de la prescripción original de la medicación pautada por el personal médico facultativo, además de hacer las comprobaciones pertinentes. Quiero resaltar esta última parte de forma especial ya que esto supone la eliminación de la transcripción de órdenes médicas por parte del personal de enfermería, con ello se está contribuyendo a un aumento en la seguridad a la hora de la administración de los fármacos y por tanto a la seguridad del paciente.
La preocupación de las autoridades sanitarias en todos los países desarrollados es evidente, ya que un manejo y la exposición inadecuada a medicamentos produce daños en los pacientes y un elevado aumento en el gasto sanitario.
Los errores de transcripción tienen una magnitud lo suficientemente importante como para tenerlos en cuenta a la hora de diseñar estrategias para mejorar la calidad asistencial.
Desde mi punto de vista la hoja de órdenes médicas implantada en el Hospital del Meixoeiro, ante la falta de la prescripción electrónica, supone un elemento que evita la transcripción y con ello aumenta considerablemente la seguridad en la administración de los medicamentos, por tanto la seguridad del paciente y mejora en la calidad asistencial.
Artículos relacionados:
Aspectos legales: transcripción, hojas de administración autocalcantes, carro de unidosis y errores de administración.
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Bibliografía:
(1) Errores de medicación asociados al sistema de distribución de medicamentos en dosis unitarias. Concordancia entre observadores
R. Abad Sazatornil
Revista de calidad asistencial, ISSN 1134-282X, Vol. 22, Nº. 6, 2007 , págs. 310-316
(2) Administración segura de medicamentos
Hospital de Jerez (año 2009)
Juan Manuel Ramos Rodríguez, Inmaculada Caro Fernández, Inés Fernández Vega, Juan Caro Mancilla.
(3) Impacto de la prescripción electrónica asistida en la reducción de los errores de transcripción a la hoja de administración
García-Ramos, S.E.; Baldominos Utrilla, G.
Publicado Farm Hosp.2011; 35:64-9 – vol.35 nº02
(4) Estudio Multicéntrico por Observación Prevención de Errores de Medicación”
MEMORIA Junio 2007 – Mayo 2008
Milagros Álvarez Lavin, Elena Fernández Díaz
Servicio de Farmacia. Hospital de Basurto
(5) La trascripción de la orden médica como fuente de errores de la medicación.
E.Fernández-Díaz, M. Álvarez Lavin, J.A. Domínguez-Menéndez, B. Balzola Regout, M.L. Vilella Ciriza y M.J. Yurrebaso Ibarretxe.
Hospital de Basurto. Bilbao. Vizcaya.
(6) Estrategias de atención farmacéutica para prevenir errores de medicación
Revista de Calidad Asistencial Julio-Agosto 2009, Volume 24, Issue 4, Pages 149-154
M Ucha-Samartín, N de Castro, A Troncoso-Mariño, E Campelo-Sánchez,
C Vázquez-López, M Inaraja-Bobo
que dice la ley con respecto a la transcripción de formulas medicas o de exámenes solicitados por médicos que no laboran en las eps y cuyas citas han sido sacadas por no querer los médicos de la eps, dar dicha remisión
gracias.
Hola Zaira, la verdad es que no comprendo muy bien tu pregunta.
Nos gustaría que te pongas en contacto con nosotros y aclararnos, cuales son tus dudas, para así responderte adecuadamente. Un saludo…
Soy alumno de Grao en Enfermería de tercer año y actualmente estoy en mi segundo año de prácticas y comparto totalmente la opinión que Fito da anteriormente.
Los alumnos en prácticas nos vemos en numerosas ocasiones con que no conseguimos entender el medicamento pautado y hasta que pasa un tiempo y nos acostumbramos a la letra con la que el médico pauta el medicamento (por ejemplo la Pactecta) nos resulta complicado entender los nombres de los fármacos.
No obstante, supongo que estoy empezando y que con el tiempo me acostumbraré y no tendré mayores dificultades.
Un saludo, Brais Díaz Ruiz
Estoy de acuerdo en todo lo que se menciona en este artículo, peeero…. se debería tener en cuenta que enfermería no sería la culpable de los errores de transcripción si la letra del facultativo fuese de «imprenta y legible» ese 40% que se menciona segurísimo, segurísimo… se reduciría a la mínima expresión si el facultativo mejora su letra, según la ley es ilegal prescribir un medicamento de forma ilegible, a mi modo de ver no se le puede achacar a nuestro colectivo ésta parte de la variable.
Deberíamos como colectivo reivindicar «prescripciones legibles y con principio activo» y digo que como principio activo, porque siempre lo tendré en cualquier envoltorio, el nombre comercial evidentemente no.
Felicitar y agradecer a Carolina su aportación, tiempo y esfuerzo. Muchas gracias. FITO.