Vacunación por ley a todos los profesionales sanitarios

Por Conchi Abreu (DUE)
Unidad de Hospitalización de Cardiología
Hospital Meixoeiro de Vigo

Con fecha 22 de Octubre el boletín de la Organización Colegial de Enfermería, publica la siguiente noticia:
«Los profesionales sanitarios reclaman una norma que les obligue a vacunarse «para proteger al paciente»»,  el titular me llamó la atención, creo que «reclamar que te obliguen» es propio de personalidades con componentes masoquistas y no de personas con un desarrollo «normal» de la personalidad. Podremos reclamar información, facilidades, seguridad… pero no una ley que nos obligue y nos penalice por no cumplirla.

Mencionar «el caos inmunitario que se produjo el año pasado con la campaña de la gripe A» como justificación para la vacunación del personal sanitario, me hace pensar más en la protección del negocio farmacéutico que en la protección del paciente. Los artículos que he leído respecto a la evolución de la gripe A,  no justifican el alarmismo que se produjo ni la necesidad de la vacunación.

Por otro lado,  el amenazar con la posibilidad de «dejar sin cobertura de responsabilidad civil a quién no cubra sus obligaciones» refiriéndose a la vacunación creo que puede considerarse como una imposición dictatorial. Hoy en día, hay muchas corrientes que rechazan la utilización masiva de las vacunas. No podemos negar que su utilización ha supuesto la eliminación o control de enfermedades muy graves.

La gripe no se puede considerar como una enfermedad grave salvo para personas pertenecientes a grupos de riesgo, son ellos los que se tiene que vacunar, previa completa información por parte del personal sanitario y libre aceptación por parte de la persona.  El servicio de preventiva de los hospitales tendría que tener desarrollado un protocolo para que ningún enfermo perteneciente a ese grupo de riesgo quedara sin vacunar, la coordinación entre especializada y primaria debería permitir que a personas que tienen ingresos programadas se les pudiera vacunar con tiempo suficiente para que su protección fuera máxima en el momento de acceder al hospital. Las campañas de higiene de manos y reducción de la infección nosocomial debería ser continuas en todos los hospitales.

Cuando estos primeros pasos hayan sido dados, habrá que presentar estudios que justifiquen la conveniencia de la vacunación del personal sanitario para disminuir la transmisión nosocomial de la gripe. Solo entonces podremos hablar de la posibilidad de obligar a la vacunación. Mientras tanto, por favor, hablemos de recomendación.

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Enlace:
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