Libro: «El síndrome de la abuela esclava»

Por Sol Cid (DUE)
Unidad de Hospitalización de Cardiología
Hospital Meixoeiro de Vigo

El síndrome de la abuela esclava.
Pandemia del siglo XXI

El autor Antonio Guijarro Morales daba la voz de alarma hace ya diez años, cuando escribía este libro. A su consulta de cardiología acuden señoras que presentan patologías de muy difícil tratamiento: HTA resistentes a hipotensores, dolor  compatible con angina de pecho, palpitaciones…Todas ellas con un denominador común: el exceso de responsabilidades mantenidas a pesar de su edad avanzada.

El estrés aparece ante la incapacidad de gestionar las obligaciones que la abuela hace suyas.

La elevada producción de adrenalina causada por el estrés, es la responsable a su vez de la liberación de glucosa en sangre (hiperglucemia, empeorando la diabetes), aumento de la frecuencia cardíaca y la tensión arterial (produciendo hipertensión arterial),  sufrimiento cardíaco que se traduce en angina de pecho…

Momento clave del libro, los factores de predisposición: enfermedad o traumatismo emocional  concomitante, actividad laboral  sumada al de ama de casa, excesivas responsabilidades, disminución de aporte económico, familia numerosa, casas grandes con muchas habitaciones que limpiar, maridos o hijos enfermos crónicos que hay que cuidar, hijos que tras independizarse regresan al hogar materno, y ancianos a su cargo.

Estas abuelas después de pasar su vida cuidando de los suyos, ahora en la vejez, continúan haciéndolo bajo la inconsciencia y exigencia de sus seres más queridos.

Un 15% de los niños menores de tres años en España están al cuidado de personas que no cobran por ello al menos 22 horas semanales, según un informe del Ministerio de Educación, con cifras del Instituto Nacional de Estadística. Muchos de ellos son sus abuelos. (www.vejezyvida.com/de-profesion-abuelo-canguro). En el momento de escribir este artículo el 65% de las mujeres embarazadas estaban empleadas.

Además la abuela sigue envejeciendo  y las responsabilidades al igual que el nieto van creciendo. Y  puede que haya más nietos en camino.

No estamos hablando de algo gratuito. La abuela enferma. Su capacidad de adaptación es menor, pero ella es la primera en exigirse. ¿Y qué ocurre si no lo consigue? Frustración, decepción, baja autoestima, depresión…

Así nos encontramos abuelas añosas y achacosas cuidando nietos que corren como posesos, y al mismo tiempo haciendo las labores del hogar durante todo el año, al igual que cuidando  algún miembro enfermo de la familia. Recordemos que el cuidador principal de un enfermo crónico suele ser mujer y mayor de 50 años.

En los hogares de otro tiempo, los niños compartían el espacio con «la gran familia»,  incluso con más de tres generaciones. Muchos miembros, y otros niños . Recordamos en el libro la evolución de la abuela  a lo largo de estos dos últimos siglos; empezando por aquellas abuelas que eran respetadas, permanecían viviendo con el resto de la familia, como venerables ancianas, frente a nuestras actuales abuelas abusadas y explotadas.

Las abuelas esclavas pertenecen a un grupo de edad específico. Son aquellas mujeres que vivieron la postguerra en España (también presentes en otros países, pero el autor nos habla de este caso), que fueron educadas para ser las más limpias, hacendosas y familiares. Mujeres que dedicaron su vida a cuidar de los suyos, y que siguen haciéndolo aunque las generaciones se renueven. Así cuidaron de sus ancianos, de sus maridos e hijos, y ahora de sus nietos. Una responsabilidad nunca verbalizada, asumida sin más.

La laxitud con  que se contempla la vida laboral de una mujer que trabaja en casa es injusto y preocupante. Una mujer  no tiene reconocida socialmente su actividad mientras ésta se lleve  a cabo sin remuneración, es un fantasma para las estadísticas, y su condición real no es «desocupada». Jornada de tiempo completo, sin descanso semanal. Sin prestación por desempleo, sin derecho a baja por enfermedad, y sin posibilidad de pensión de jubilación. Dedicación exclusiva e intransferible.

También tenemos referencia en otros países, en el caso de EE.UU:(http://fcs.tamu.edu/families/aging/grg/)
«Los abuelos criando a sus nietos viven con un horario ajetreado que agota la energía. También han de tratar con la culpabilidad y resentimiento de sí mismos, de sus hijos, y de sus nietos. Mientras sus amigos andan en viajes, van a cenar, van a ver una película, estos abuelos están atrapados en la casa. Esta responsabilidad adicional de criar a los nietos deja a los abuelos emocional y económicamente agotados. Como respuesta a las muchas presiones que los abuelos atraviesan, centenares de grupos de apoyo alrededor del país, ofrecen ayuda para enfrentarse con el problema de criar a sus nietos. Les ofrecen ideas para enfrentar los desafíos con que los abuelos luchan por vencer.»

Una evolución que pasa por el hecho de que las mujeres trabajadoras que lo  consiguieron tras años de estudios, donde no sólo han tenido que esperar la llegada sus hijos, sino también sus madres ahora abuelas han tenido que sustituirlas en su cuidado. Y lo han hecho en peores condiciones, más añosas.

Quizás sea cierto que las abuelas son la solución rápida para situaciones puntuales para encargarse de sus nietos. O como transición entre la madre y la guardería, o la guardería y el colegio, vacaciones o turnos de trabajo. Pero la gran mayoría de las ocasiones son cuidadoras a tiempo completo. Solapada esta nueva responsabilidad a todas aquellas otras que seguían realizando.

Los motivos por los que empieza esta situación, pueden ser desde el más inocente motivo emocional, como el más descarnado motivo económico.  Si bien los padres y los nietos ven ventajas en esta actividad, con respecto a una situación de cuidado formal, quizás sería necesario evaluar objetivamente si supone una ventaja en realidad.

El maltrato o trato inadecuado pueda ser físico, psíquico, financiero, por  aislamiento….Permanece en el ideario común que un individuo que continúa con sus capacidades, funciones , no envejece. Es útil para  la sociedad. Entonces no se ve beneficiado por la posibilidad de «descansar», ni se contempla su vulnerabilidad. Y al mismo tiempo no se reconoce socialmente como víctima.

De forma egoísta, el anciano lo es cuando alguien lo decide.  Ahí es cuando se tienen en cuenta la pérdida de capacidades y a su vez la pérdida de derechos y privilegios. Como la autonomía. Pero mantener las capacidades repercute en la salud física y mental de la abuela, convirtiéndola en incombustible a perpetuidad.

Las guarderías, pocas, con pocas plazas, y disponibles con ayudas aún menos.  La madre falta al trabajo para cuidar un niño que ha enfermado en la guardería. La pescadilla que se come la cola. Solución rápida, sencilla y a gusto de todos, la abuela.

Encarni Liñán 2003 (www.psicologia-online.com/monografias/4/abuela_esclava.shtml)

¿Por que se delega en las abuelas de forma sistemática?

  • No contar con recursos económicos para niñera o guardería.
  • Porque existen lazos afectivos.
  • Por comodidad.
  • Porque es gratis.

Los principales resultados y conclusiones del estudio se muestran a continuación de forma resumida:

¿Quién es la abuela esclava?

  • Mujeres que cuidan a sus nietos de forma sistemática.
  • Mujeres que cuidan a familiares enfermos de forma sistemática.
  • Mujeres que tienen excesivas responsabilidades familiares en función de sus capacidades.
  • Mujeres que no tienen libertad para tomar decisiones.
  • Mujeres que no disfrutan de su tiempo libre como ellas quisieran.
  • Mujeres que apenas tienen relaciones sociales.
  • Mujeres que por cuestiones culturales y familiares se sienten obligadas a asumir demasiadas responsabilidades.
  • Mujeres que tienen miedo a quejarse por represalias familiares (retirada del cariño, chantaje emocional).
  • Mujeres que consciente o inconscientemente saben que se está abusando de ellas, pero no tienen ni los recursos, ni los medios necesarios para hacer frente a estas situaciones.
  • Mujeres que posiblemente se sientan maltratadas.

Seguir profundizando en la influencia que pueden tener determinadas creencias estereotipadas y actitudes sociales negativas sobre las personas mayores o sobre los roles asociados al género (como el papel de las mujeres como cuidadoras). Estas creencias y actitudes pueden llegar a colocar a las posibles víctimas en posiciones de impotencia y de falta de poder que desembocan en los malos tratos (Nahmiash,2002).

Los niños son un proyecto común del núcleo familiar, con quien conviven.  Pero, quién ejerce la autoridad sobre ellos. ¿Los abuelos disponen  de autonomía?,  ¿pueden acaso decidir como educar al nieto, su opinión cuenta? Que el niño quiere hacer o dejar de hacer cualquier cosa, ¿para qué luchar? y arriesgarse a que tenga una pataleta.

Hay un refrán que dice: «Tener hijos para criarlos y tener nietos para consentirlos«. ¿Qué hay detrás de ese consentimiento?, ¿dependencia emocional, debilidad, hábito…? Pero hoy, realmente quién cría a los niños.  ¿Daremos la vuelta al refrán?
«Tener nietos para criarlos, y tener hijos para consentirlos».

La asociación Abumar , abuelos y abuelas en marcha, reivindican a este nivel  los siguientes puntos:

  • Desde una mejor salud y con más años por delante, los abuelos pueden y deben contribuir a la formación de los nietos.
  • Derechos y deberes son fórmulas inseparables, pues sólo desde el ejercicio del derecho puede pensarse en exigir obligaciones.
  • La firmeza no es sinónimo de desamor; es convencimiento de que el cariño se basa en el respeto y se expresa en el entendimiento.
  • La relación nietos-abuelos no puede significar puentear a los hijos, sino reafirmar vínculos.

Sira Sempere es la educadora social que ofrece cursos de abuelo canguro para proporcionar habilidades ante la educación de los nietos, cómo actuar en determinadas situaciones, como decía en el artículo (www.vejezyvida.com/de-profesion-abuelo-canguro), a lo que respondía la socióloga Anna Escobedo, de la Universidad Autónoma de Barcelona, que delegar en los abuelos el cuidado y la educación de los niños no es la solución. “Hay que mejorar las políticas de familia. Los abuelos tienen que poder hacer de abuelos. Pueden ayudar en periodos de transición, pero no sustituir a los padres ni a una escuela infantil de calidad”. Para ella profesionalizar la figura del abuelo canguro y remunerarla sería “institucionalizar un abuso social” .

Y los niños ¿son acaso más sociables? Menor contacto con otros niños. Desaparecen las pandillas y se ha cambiado el  jugar en la calle por las nuevas tecnologías. Así tenemos niños sedentarios, que hacen poco deporte, con elevado nivel de colesterol y sobrepeso, niños con achaques de adulto.

El drama de la abuela esclava está fomentado por  todos.

El hijo como proyecto de la pareja o del individuo adulto exige un ejercicio de reflexión. La planificación familiar es mucho más que la consulta del ginecólogo. También  es planificar quién cuidará de ese  niño. Tienen que tomarse en cuenta más variables que: el cariño, la ilusión o la economía.

La guardería no puede ser descartada, sus trabajadores están  cualificados. Ventajas como la socialización del niño,  permitir que se relacione con otros: aprenda a compartir, estimule sus capacidades de comunicación, e incluso mejore su inmunidad ante  enfermedades. El hogar y la abuela no pueden competir. Y menos una abuela esclava.

Algunas empresas disponen de guardería para los hijos de sus trabajadores. Para su uso  durante la jornada laboral, y al finalizar ésta regresan con sus padres a casa. Si ocurre algo, el padre o la madre están cerca. Esto sí es un  incentivo.

Horarios de trabajo, jornadas a pactar con la empresa, entre los padres. También forma parte de la conciliación. Ayudas económicas, tanto para las guarderías como para otras iniciativas que solucionen este grave problema. Y una vida tranquila y saludable a todas las abuelas.

¿Qué es una abuela feliz?

  • Aporta bienestar a la familia.
  • Ayuda a sus hijos y familiares en función de sus capacidades físicas y emocionales.
  • No tiene responsabilidades directas con sus nietos de forma sistemática.
  • Tiene libertad para decidir que hacer con su tiempo.

Encarni Liñán 2003 (www.psicologia-online.com/monografias/4/abuela_esclava.shtml)

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2 comentarios en:
Libro: «El síndrome de la abuela esclava»

  1. Fenomenal el tema concerniente a EL SINDROME DE LA ABUELA ESCLAVA: Realmente existe mucho abuso en contra de las mujeres adultas, esta forma de Violencia intrafamiliar debe de terminar de lo contrario los hijos acabaran con su madre. FUE DICHO: “EL HIJO SE LEVANTARA CONTRA SU MADRE”

  2. Hola Sol, nos ha gustado tu publicación; de la cual en muchas de sus partes estamos de acuerdo y como no discrepamos en otras pero merece mucho la pena el pararse unos minutos a leerlo.
    un saludo. Nuria.